MOONSHOT

   John Kennedy, años 60, contagiando el entusiasmo por conquistar la Luna acabó creando lo que más tarde sería el termino, “Moonshot”: Una acción o propuesta que supera las capacidades para poder ser realizadas. En el proceso de conseguirlo, aunque este no se alcance, el progreso y el aprendizaje alcanzado generará un gran beneficio. La idea que tenía Kennedy no se trataba solo de conquistar el espacio. Se trataba de conquistar el futuro.

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    Mi primer recuerdo de infancia. Verano de 1969. El viejo televisor en blanco y negro. Aquel primer alunizaje marcó el comienzo de mi memoria. Puede que en mi caso, desde aquella primera imagen hasta el día de hoy, todo haya sido eso; un inconsciente tiro a la Luna.

Por eso, si continuo, tiene que ser con una creación sobre el futuro, mi futuro. Una reflexión sobre las expectativas, mis deseos cumplidos o incumplidos. Sobre que la esperanza es una trampa, la últimas voluntades, lo que creía que iba a ser y lo que realmente es, mis creencias, mi optimismo, mis ilusiones y mis delirios. Sobre el tiempo; en cómo lo construyo o cómo lo engaño.

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   Describir el instante que precede al precipicio y en hacerlo ahora que todavía puedo saltarlo. Esta creación es una razón para amar. Una Epifanía. Una catarsis, un desahogo y un desapego. Enfrentándome a la ordinaria verdad de la que ninguno estamos exentos; que con el tiempo descubrimos que no tenemos el control. Que nunca lo tuvimos. Que nunca lo tendremos. También es un regalo, una promesa. Una pieza de agradecimiento. Una obra sobre la fe, la esperanza y la voluntad de conquista. Asumiendo la innegociable condición de ser un Ulises sin intención de retornar a Ítaca.

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    Coger mi ficha, ponerme a la cola, asegurarme en el asiento. Sentir la tensión de la subida y al caer levantar los brazos y gritar. Que la vida vuelva a moverme. Hablo de tener esperanza. Probablemente; sea solamente una manera de consolar la voluntad o maybe; another fucking road movie.

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Damián Muñoz